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El futuro que nos puede deparar la realidad virtual
Sale un producto nuevo. Lo usas y te das cuenta de que está cubriendo una necesidad de tu día a día. Estás orgulloso de tu compra y tu vida mejora un poco más.
Así funcionaba nuestro mundo hace no tanto tiempo. Las empresas buscaban como mejorar la vida de sus clientes para hacerles todo lo más llevadero posible. Era un objetivo honesto y buscaba el bienestar de la sociedad, a la vez que generaba dinero para poder llevar comida a la mesa.
Esto ya no funciona así. Ahora las empresas prefieren ver ingresos vertiginosos antes que usuarios satisfechos, y cada vez es más grave. En este artículo vamos a explicar cómo nuestra sociedad puede haber llegado a un punto de no retorno, y qué podemos hacer nosotros para evitar un abandono total de la realidad tal y como la conocemos.
Nuestro punto débil
El ser humano busca ser feliz en todo momento. Si examinas cada cosa que haces desde que te levantas hasta que te acuestas, te darás cuenta de ello. Comer para calmar el hambre, trabajar para ganar dinero, dormir para descansar, quedar para socializar…
Cuando hacemos una actividad que nos produce felicidad, alcanzamos un pico de dopamina que nos produce una sensación de bienestar general. Puede ocurrir cuando terminamos de trabajar, durante el primer bocado del almuerzo, o por ver a un amigo por primera vez en meses. A lo largo del día podemos tener dos, tres, o incluso cuatro picos de dopamina en los cuales nos sentimos muy bien.
El problema empieza cuando entran en escena los móviles y redes sociales. Ambos están hechos para generar contenido altamente gratificante, desde fotografías increíbles hasta vídeos de personas haciendo lo imposible. La visualización de este contenido sube nuestros niveles de dopamina al máximo una y otra vez sin parar. En otras palabras, tu sistema nervioso está adicto a los niveles de dopamina que otorga el teléfono móvil.
Y si no se le puede llamar adicción, no se me ocurre otra palabra que pueda servir en este caso. Con personas de todas las edades usando su dispositivo hasta SEIS horas al día, estamos sin duda ante un gran problema que necesita solución lo antes posible.
No han venido a ayudarnos
Facebook ya no es un programa dispuesto a hacerte más feliz. Ahora busca que pases más tiempo en la pantalla, independientemente del resto de tu vida. Así lo cuenta Frances Haugen, antiguo empleado de Facebook. Frances advirtió en octubre de 2021 de que era necesario regular legalmente la compañía lo antes posible, dado que “Mark Zuckerberg tiene poder unilateral sobre la información de tres mil millones de personas”.
Todas las investigaciones y presupuesto de este gigante tecnológico están enfocadas en hacer a sus usuarios más adictos a sus aplicaciones. Así lo demuestra también el “globo de notificación rojo” de las notificaciones de Facebook, que con su color denota urgencia, haciendo al usuario pulsarlo compulsivamente. Como esta característica de adicción se han creado otras muchas parecidas, y por ahora no parece que vayan a parar de hacerlo.
Su nuevo galeón
Si hemos tenido problemas para controlar nuestra adicción a los teléfonos móviles, no quieras saber hasta donde podría llegar nuestra adicción con la llegada del metaverso.
Las empresas ya no dispondrán solo de una pantalla para convencerte de que te quedes un poco más. Ahora tendrán un mundo completamente confeccionado en torno a ti, diseñado al milímetro para que no lo dejes de usar ni un segundo.
Ya no serán los globos rojos de notificaciones tu peor enemigo, sino las casas virtuales de ensueño, actividades de todos tipos y colores, y videojuegos tan realistas que te harán olvidar donde estás realmente.
Al fin y al cabo las “big tech” van a lograr lo que siempre han soñado: Un mundo basado en el consumo controlado al 100% por ellos. Facebook pondrá las normas de su propio metaverso, tendrá control absoluto sobre el mercado, y te intentará vender objetos virtuales para que las uses en un mundo que no existe de verdad.
¿Es este el futuro que queremos?, ¿Acaso soñábamos hace 30 años con tener coches voladores y un mundo más justo, o con comprar artículos virtuales que solo existen a través de una pantalla?
Ha llegado la generación en la cual el cliente es también producto, y donde la opinión de los usuarios es mucho menos importante que su adicción a las plataformas. Esperamos que el metaverso llegue de la mano de regulación que le ponga límites, permitiéndonos tomar decisiones en vez de ser víctimas de un mundo virtual construido para nuestro entretenimiento.