Comparte este artículo
El porno VR es la nueva cara bonita de la industria más polémica de la historia. Consigo trae una nueva experiencia para los usuarios, que incluye unas gafas de realidad virtual y vídeos grabados en 360 grados para que no falte de nada.
Y aunque mucha gente piense que unas gafas de realidad virtual no van a cambiar lo que es el porno hoy en día, la realidad es que lo cambia todo.
El porno VR ha entrado en guerra con los desarrolladores de gafas VR, la industria está haciendo más dinero de lo esperado, e incluso su naturaleza adictiva ha podido con un ejecutivo de Microsoft que ha tenido que abandonar la empresa después de 21 años.
En unos momentos descubrirás el torbellino que se ha formado alrededor del porno VR y cómo ha respondido la industria.
La Guerra Contra El Porno VR
La industria del porno siempre ha sido vista con malos ojos por las redes sociales. Buena parte de los usuarios de las mismas son menores de edad, así que permitir desnudos puede ahuyentar a un gran sector de clientes.
Además, el porno ha sido señalado en repetidas ocasiones como una fuente de problemas para adolescentes e incluso adultos. Esto incluye adictos que no pueden parar de verlo, disfunciones eréctiles en relaciones, e incluso vergüenza por tener un cuerpo menos esculpido que los actores que aparecen en los vídeos.
Pero la realidad es que el porno es demasiado grande como para ocultarlo y mirar hacia otro lado. Solo la página web “Pornhub” tienes más visitas mensualmente que los portales web de Netflix, TikTok, y Spotify.
Esta doble cara de la moneda ha hecho que los desarrolladores de gafas de realidad virtual no sepan si descartar o no el porno VR de su tienda de aplicaciones. Por el momento, empresas como Meta o Samsung han decidido ocultar estas aplicaciones de su tienda y no hacer comentarios al respecto.
Eso ha enfurecido a Daniel Peterson, CEO de VRPorn.com, que ha declarado la guerra contra la censura del porno VR en las aplicaciones. Estas fueron sus palabras respecto a lo sucedido:
“La cuestión oficial es que no hablan de eso (del porno VR), pero todos saben que es un factor importante que impulsa la realidad virtual. No creo que los fabricantes quieran demasiada publicidad porque todavía hay un gran rechazo del porno en el público”
Daniel Peterson
Dinero Fácil
La industria del porno estaba, hasta hace poco, evolucionando hacia una era de contenido únicamente gratuito. Las productoras se estaban haciendo a la idea de que cobrar por porno no volvería a funcionar nunca más, o al menos eso pensaban hasta que llegó el porno VR.
Los grandes portales de contenido XXX tuvieron la idea de hacer subscripciones mensuales a cambio de porno en realidad virtual. Eso está volviendo a normalizar el hecho de pagar por contenido +18, y los productores no pueden contener la emoción. Estas son las palabras de Justin Dittrich, un reconocido director de películas XXX:
“Finalmente hay dinero otra vez, parece como en los viejos tiempos”.
Justin Dittrich
Viva Las Vegas
Aparte de las páginas diseñadas para ello, muchos otros negocios están intentando sacar partido de todo el dinero que el porno VR está generando. Uno de ellos son los hoteles en Las Vegas, que han dado el siguiente paso respecto a cómo consumen porno sus clientes.
Algunos hoteles situados en esta zona han decidido incluir un servicio de alquiler de gafas de realidad virtual +18 por unos $50 al día, según explica el CEO de VR Bangers Daniel Abramovich. Para ofrecer más comodidad y privacidad a los clientes, el servicio incluye un robot autónomo que lleva las gafas VR desde la recepción del hotel hasta la habitación de cada cliente.
Parece que el dinero y las subscripciones están volviendo a la industria +18 gracias al porno VR, que sin duda generará suficiente dinero para abastecer a miles de empresas alrededor del mundo.
La Adicción Gana La Partida
Aunque el porno VR sea el siguiente paso de la industria XXX, su naturaleza adictiva (gracias a la gran experiencia inmersiva que ofrece) puede dar lugar a muchos problemas.
Aparte de afectar al usuario medio, también ha dado de lleno en uno de los gigantes de la industria tecnológica, Microsoft. Y el involucrado no es nada menos que Alex Kipman, el creador del famoso Kinect y las gafas de realidad aumentada Holo Lens.
Este gran ejecutivo que llevaba nada menos que 21 años en el equipo de Microsoft ha dejado su puesto este pasado junio por ver porno VR en una oficina en presencia de otros trabajadores.
Según el medio New York Post, Kipman empezó a ver un vídeo de “chicas con poca ropa jugando con almohadas” mientras estaban presentes otros trabajadores. El incidente hizo que hasta dos compañeros de Kipman salieran de la sala donde el ejecutivo estaba viendo el vídeo.
La pregunta que surge es la siguiente: ¿Será el porno VR tan adictivo que mucha gente no pueda controlar su uso, como es el caso de Alex Kipman?, ¿Necesitará ser limitado para asegurar la salud mental de las personas?
Las experiencias inmersivas solo van a mejorar con el paso del tiempo, así que la industria XXX tendrá que buscar soluciones para regular un producto que es “demasiado bueno, y por lo tanto, demasiado adictivo”.