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La semana pasada tuvo lugar uno de los eventos más importantes a nivel mundial para luchar contra el cambio climático: El COP 27 (La reunión número 27 de la “Conferencia Sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas”).
Muchísimos ciudadanos han sido defraudados por los escasos límites a las emisiones que se han propuesto algunos países de la organización. Aunque el cambio climático sea una emergencia, muchas naciones han decidido seguir contaminando en grandes cantidades el planeta, recortando apenas un pequeño porcentaje de las mismas.
Uno de los mayores afectados ha sido un país situado en medio del océano, Tuvalu, que observa cómo su territorio se empieza a sumergir cuando sube la marea. Para defenderse de la subida del nivel del mar, ha tomado una decisión radical, la cuál descubriremos en unos momentos.
Un Metaverso Contra el Cambio Climático
En un lugar remoto entre Hawái y Australia se encuentra una pequeña nación llamada Tuvalu. Su existencia de cara al futuro está siendo amenazada debido al cambio climático y a la subida del nivel del mar, ya que el punto más alto de Tuvalu se encuentra solo 4 metros por encima del agua.
Pero en el metaverso, su historia y su cultura pueden seguir viviendo. Así que Tuvalu ha decidido convertirse en la primera nación en reproducirse de manera completa en el mundo de la realidad virtual.
“A medida que nuestra tierra desaparece, no tenemos más remedio que convertirnos en la primera nación digital del mundo”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Simon Kofe, en la cumbre del COP27 esta semana a través de un discurso en vídeo. Prosiguió de la siguiente manera:
“Nuestra tierra, nuestro océano, nuestra cultura son los bienes más preciados de nuestro pueblo, y para mantenerlos a salvo de cualquier daño, pase lo que pase en el mundo físico, los trasladaremos a la nube. Pieza a pieza preservaremos nuestro país, daremos consuelo a nuestra gente y recordaremos a nuestros hijos y a nuestros nietos lo que fue nuestro hogar”.
Simon Kofe, Ministro de Asuntos Exteriores de Tuvalu
Esto refleja un constante esfuerzo por parte del país que ya comenzó en 2021. En la COP26 del año pasado, el ministro de exteriores se puso unos shorts y apareció en la reunión con el nivel del agua por las rodillas, dejando una imagen claramente impactante para el resto de países:
“Hace tiempo que es hora de actuar, pero todavía no hemos aceptado el reto. Debemos empezar a hacerlo hoy. De lo contrario, dentro de una generación, Tuvalu sólo existirá en el metaverso”.
Simon Kofe
¿Cómo Será el Metaverso de Tuvalu?
El ministro de exteriores de Tuvalu ha afirmado que su país quiere hacer una réplica exacta de su territorio de manera virtual. Quiere hacer un metaverso donde las próximas generaciones puedan disfrutar de una nación que probablemente estará sumergida en un futuro próximo.
Además, este proyecto también quiere garantizar la supervivencia de Tuvalu como país, ya que una vez que su territorio esté sumergido, no tendrán ninguna propiedad a la que aferrarse. El metaverso podría ser su vía de escape para seguir considerándose un territorio independiente.
Para lograr su gran objetivo, Kofe ha dado a entender que existen tres aspectos de la nacionalidad de Tuvalu que podrían recrearse en el metaverso, haciendo una copia lo más idéntica posible al país original:
- Territorio – La recreación de la belleza natural de Tuvalu, con la que se podría interactuar de diferentes maneras.
- Cultura – La posibilidad de que los tuvaluenses interactúen entre sí de forma que conserven su lengua, normas y costumbres compartidas, estén donde estén.
- Soberanía – Si se perdiera el territorio sobre el que el gobierno de Tuvalu tiene soberanía, ¿Podrían entonces tener soberanía sobre la tierra virtual? Esa es la pregunta que se hacen los ciudadanos.
Un Proyecto Quizás Demasiado Grande
La propuesta de Tuvalu podría quedarle demasiado grande a este pequeño país situado en medio del océano. Hay que tener en cuenta que la nación entera genera solo unos 60 millones de dólares cada año, y tiene alrededor de 12.000 habitantes.
El proyecto consistiría en trasladar nada menos que 26 kilómetros cuadrados (la extensión del Tuvalu) al metaverso. Y, encima, hacer todo ello interactivo y realista dentro de ciertos límites. Pero también hay razones para ser optimistas.
Ya existen miles de comunidades en línea y mundos en 3D que demuestran que es posible tener espacios interactivos totalmente virtuales que pueden mantener su propia cultura. Así que, a grandes rasgos, la idea de crear un “gemelo digital” de Tuvalu es factible a día de hoy.