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Hoy en día, las redes sociales están abarrotadas de influencers. Unos viajan, otros son actores, otros cantan…pero hasta ahora, todos eran humanos. Todo cambió cuando una empresa llamada “Brud” pensó que podría obtener todos los beneficios y dinero de una influencer sin tener que pagarle un solo céntimo a una persona, solo creando un avatar a través del metaverso.
Para hacer realidad su idea, crearon una influencer completamente virtual llamada Lil Miquela, la cual acumula a día de hoy más de 3 millones de seguidores en Instagram. Aunque solo sea una imagen virtual, este bot ha conseguido tener millones de seguidores, conseguir contratos con gigantes de la moda, y ser tratada igual (o incluso mejor) que otras influencers en las redes sociales.
En unos momentos descubriremos quién es exactamente Lil Miquela, cómo funciona, y por qué ha tenido tanto éxito una influencer que realmente no existe.
La Creación del Lil Miquela
En 2016, cuando se empezaron a formar las primeras start-ups del metaverso, una empresa decidió innovar e ir un paso más allá que las demás. Si los avatares virtuales y las personas hechas de píxeles estaban triunfando en muchas aplicaciones, ¿Por qué no traer todo eso a las redes sociales?
De esa idea nació Lil Miquela. Fue creada para ser la primera modelo del metaverso, representando una nueva forma de conectar con la nueva generación de nativos digitales que se sienten cómodos con la tecnología y no les importa adorar y seguir a una influencer que realmente no existe.
Lo más impresionante es que, a primera vista, Miquela podría confundirse con una persona real. Lleva ropa de marcas como Supreme y otras firmas de lujo como Chanel. Además, en sus redes sociales hace como que sale con músicos, artistas e influencers reales en restaurantes de moda en Nueva York y Los Ángeles, ciudad donde supuestamente vive.
Su apariencia virtual confunde a mucha gente, porque cuando Miquela acerca su teléfono a un espejo, su reflejo le devuelve la mirada. Cuando la fotografían a la luz del día, su cuerpo proyecta una sombra. Incluso en Instagram se queja frecuentemente de alergias y a menudo hace referencia a la temperatura con tuits como “hacen 12 grados fuera y yo sigo tomando café helado”.
Pero, ¿Qué hay detrás de esta apariencia virtual?
¿Cómo Funciona Lil Miquela?
Lil Miquela es un personaje generado por ordenador (CGC) con un renderizado realista en 3D. Fue creado por un equipo de artistas, diseñadores e ingenieros que utilizaron una mezcla de arte tradicional y tecnologías 3D modernas para hacer un avatar del metaverso.
El objetivo era crear un personaje lo suficientemente realista como para pasar por un humano, pero con las suficientes diferencias sutiles como para distinguirlo claramente como un avatar virtual (no querían engañar a nadie con su aparente “vida real”).
Lil Miquela tiene a un equipo entero detrás de ella que se encarga de hacer sus fotografías simuladas y subirlas a sus redes sociales. Muchas modelos famosas y artistas han accedido a hacer montajes para salir en fotos con ella, entre las que se encuentra Bella Hadid.
Pero la pregunta que muchos se hacen es por qué una influencer de mentira, completamente virtual, puede conseguir tantos seguidores y generar “engagement” siendo solo un bot.
¿Por Qué Ha Triunfado un Avatar del Metaverso?
Para entender el éxito de Lil Miquela debemos saber tres cosas que pueden ser la razón por la que tiene tantos seguidores. En primer lugar, es importante saber que Lil Miquela no es sólo una cara bonita. Aunque solo parezca un renderizado en 3D creado por programadores y artistas, también tiene una historia de fondo, intereses y personalidad. En otras palabras, es un personaje con una personalidad plenamente desarrollada, y esto le ha ayudado a establecer una fuerte conexión con sus seguidores.
La segunda razón del éxito de Lil Miquela es el hecho de que siempre está evolucionando. A diferencia de los influencers de la vida real, que tienden a mantener un aspecto y una personalidad determinados, Lil Miquela cambia constantemente de peinado, maquillaje y estilo. Esto mantiene a sus seguidores pendientes para estar al día con las transformaciones de Miquela, y también ayuda a atraer nuevos fans que tal vez no se habían interesado en ella antes.
La tercera razón es que Lil Miquela no tiene miedo de sobrepasar los límites. No es un bot que dice información neutral y no tiene opinión. Todo lo contrario, en numerosas ocasiones ha creado mucha polémica con sus mensajes, pero hasta ahora ha sabido manejar la controversia de una manera que la ha hecho aún más popular. Por ejemplo, cuando se declaró bisexual, recibió mucho apoyo de la comunidad LGBTQ, lo que contribuyó a aumentar aún más seguidores.
Vivimos en un mundo en el que la gente está cada vez más acostumbrada a vivir con elementos del metaverso en su día a día, así que está claro que los influencers virtuales han llegado para quedarse.