Google IA se propone competir con OpenAI y ChatGPT y el miércoles presenta su propio Chatbot Bard.

Las aplicaciones basadas en inteligencia artificial se han convertido en las auténticas protagonistas de los grandes titulares y han conseguido hacerse un hueco importante en nuestro día a día. De todas ellas, en especial, las que más repercusión están teniendo son los llamados chatbot y a Google, el más famoso de los buscadores en internet, no le ha pasado desapercibido.

Al gigante tecnológico comenzaron a saltarle las alarmas hace apenas unos meses. ChatGPT, un potente chatbot desarrollado por OpenAI que no ha llegado ni a cumplir el semestre de vida, ya es conocido en el mundo entero. La sorprendente capacidad de este chatbot basado en inteligencia artificial no deja indiferente a nadie: la pronta resolución de problemas, sus dotes de escritura y comprensión o la posibilidad de entablar un diálogo coherente con él, han convertido a ChatGPT en un fenómeno viral.

Tanto es así que hay quien especula e, incluso, afirma que este modelo de tecnología conversacional podría provocar la pérdida de multitud de puestos de trabajo en donde la mano de obra humana, podría ser sustituida por máquinas. Además, también han llegado a asegurar que podrían reemplazar a los buscadores tradicionales como Google.

Y sí, hablamos de supuestos y, es probable, que todo quede en un “podría” porque Google no iba a quedarse aletargado ante una posible amenaza y ya ha adelantado su jugada maestra para no quedarse atrás frente a esta nueva revolución: en un primer momento, estaba previsto que Google anunciara su propio chat basado en inteligencia artificial mañana miércoles en un evento exclusivo celebrado en París, pero la noticia se ha adelantado un día y ya conocemos el nombre con el que se ha bautizado el chat del gigante tecnológico que podría competir con Chat GPT: Bard.

Si quieres conocer qué ciudad es la elegida para hacer pública esta ansiada presentación que tiene a empresas y usuarios en vilo y conocer las últimas novedades, presta atención porque te adelantamos lo que se hará público en menos de veinticuatro horas.

Google destapa su jugada maestra antes de lo previsto

Prácticamente, todas las empresas tecnológicas están basando sus esfuerzos en el desarrollo de inteligencia artificial con “firma propia”.

Es decir, no buscan comprar los servicios y productos a compañías externas, sino que su mayor anhelo es el de ser capaces de desarrollarlo ellas mismas y así, mejorar su ventaja competitiva.

Esta nueva corriente basada en la lucha por conseguir la mejor inteligencia artificial se debe a la transformación que están experimentando las empresas en el funcionamiento interno de las mismas, en base a las exigencias de una sociedad cada vez más tecnológica que busca una mayor automatización de procesos que le ahorren tiempo, quebraderos de cabeza y dinero.

Por este motivo, la IA se está convirtiendo en la alternativa perfecta para aumentar el volumen de ingresos. Ya no sólo por su alta demanda sino porque es capaz de sustituir la mano de obra humana.

Razón por la cual, muchas empresas han creado un departamento destinado a la investigación y desarrollo de tecnologías basadas en inteligencia artificial e, incluso, algunas de ellas colaboran estrechamente con universidades y centros de investigación para acelerar el proceso de desarrollo y la puesta en marcha de esta novedad tecnológica.

Además, la inteligencia artificial ha supuesto el origen de la creación de nuevos mercados y oportunidades de negocio. Por este motivo, las empresas cada vez muestran una mayor “agresividad” en su efusiva puesta en marcha de desarrollos en tecnologías basadas en la IA.

A medida que esta tecnología vaya evolucionando, mayor será el número de empresas que apuesten por ella y busquen competir. De ahí, que Google IA no quiera quedarse atrás.

Ya el gigante tecnológico anunció que el próximo 8 de febrero, es decir, este miércoles, celebraría un evento exclusivo en una capital europea: París.

Esta ciudad había sido la elegida para anunciar e informar al mundo entero sobre los últimos avances basados en inteligencia artificial en los que ha estado trabajando Google.

Siendo más exhaustivos, el motivo de esta presentación que tendría lugar a las 14:30 CET, no era otra que la de presentar la nueva amenaza para ChatGPT: el lanzamiento por parte de Google IA de su propio modelo conversacional basado en IA. Pero los avances no han tardado en llegar y su jugada maestra se ha adelantado un día: Ya es oficial y el chat que lanzará Google tiene nombre: Bard.

Además, ya ha filtrado parte del funcionamiento de esta novedosa herramienta conversacional que tuvo sus orígenes hace cerca de dos años, cuando la compañía anunció, de la mano de Blake Lemoine, la creación de su herramienta de IA llamada LaMDA, cuyas sigas vienen a significar: modelo de lenguaje para aplicaciones de diálogo.

Actualmente, este modelo conversacional aún no está a disposición de los usuarios ya que continúa en fase de prueba por parte del equipo de desarrolladores de Google.

Bard sería el “hermano pequeño” de LaMDA, ya que es una versión reducida de la tecnología original.

El motivo de la postergación de su lanzamiento no es otra que la de localizar errores y aplicar mejoras que garanticen “un alto nivel de calidad, seguridad y basadas en la información del mundo entero”, tal y como matizó Pichar.

Lo que Google busca es que su chat inteligente no caiga en las mismas dinámicas exentas de veracidad de ChatGPT, que se inventa las respuestas cuando desconoce la información real.

Es sabido a voz en grito que Google detecta como una peligrosa amenaza el éxito inminente de ChatGPT, posicionándose como la plataforma que más rápido ha crecido en la historia de internet.

Además, si a eso le añadimos que Microsoft invirtió hace menos de dos semanas 10.000 millones en OpenAI a fin de trabajar directamente con la compañía en la integración de sus servicios, era cuestión de tiempo que Google volcara todos sus esfuerzos en desarrollar algo igual, o incluso mejor, para no tener que depender de terceros y continuar al pie del cañón en la ventaja competitiva.