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Todo el mundo da el metaverso por hecho. Piensan que es una realidad inevitable, la cual tendremos que aceptar pase lo que pase. ¿Qué pasaría si esto no fuera así?, ¿Podría darse la situación donde el metaverso no atraiga a la gente, quedando solo un desierto virtual?
Ahora mismo se venden aproximadamente 4 millones de gafas virtuales cada año, un pastel repartido principalmente entre Oculus, Sony y HTC. Hay que decir que sus funcionalidades actuales no están ni mucho menos cerca de lo prometido por los gigantes tecnológicos en un futuro próximo, pero van formando una reputación paso a paso.
En este artículo te contaremos por qué el metaverso tiene muy pocas posibilidades de perder (por no decir ninguna) y qué factores entran en juego para su posible éxito o fracaso.
La madrugada
Está oscuro y hay poca gente. Se están vendiendo algunas gafas de realidad virtual, pero estamos muy lejos de una venta masiva para su que su uso sea popular (se compran más que nada por curiosidad). Su precio no es de lo más accesible, y tampoco ayuda que tus amigos no las tengan.
Esta es la realidad que vivíamos hace un par de años de cara a un metaverso entendido como una experiencia virtual completa. La indiferencia reinaba en las tiendas de Oculus, porque al fin al cabo sus productos todavía no estaban tan avanzados. Es verdad que las gafas VR otorgaban unos cuantos extras de disfrute en comparación con una pantalla normal, pero no tanto como para que se convirtiera en un “esencial”.
Pero hace muy poco tiempo surgieron las criptomonedas, y con ellas llegó una nueva etapa en el metaverso. La gente se empezaría a interesar por la realidad virtual y todo lo que tiene que ofrecer, ya sea para ganar un poco de dinero o para involucrarse de lleno en su desarrollo.
El amanecer
Después de años de oscuridad e incertidumbre, el metaverso comienza a ver los primeros rayos de sol. La gente empieza a salir de sus casas y probar la experiencia de un mundo virtual.
Esta es la situación que estamos viviendo hoy en día. Millones de personas se quieren subir al barco y disfrutar de la tecnología del futuro. Cada vez más gente compra criptomonedas, NFTs y terreno virtual. La mayoría de empresas se empiezan a replantear cómo van a hacer frente a un futuro donde tener presencia en el mundo virtual es completamente necesario para seguir siendo competitivos.
Las versiones finales del metaverso empiezan a construirse alrededor del mundo, desde la de Facebook (ahora Meta Group) hasta la de los creadores de Fortnite (Epic Games). Los presupuestos de estas empresas para crear un mundo virtual no dejan a nadie indiferente, alcanzando números contados en los miles de millones de dólares. Las expectativas no paran de subir, al fin y al cabo podríamos estar viviendo la mayor revolución que ha sufrido el internet en toda su historia.
Muchos gurús de la tecnología han apuntado que los grandes cambios tienen que venir dados de cucharada en cucharada. No puedes irrumpir la vida de las personas de la noche a la mañana, sino cogerles de la mano e ir paso a paso hacia el futuro deseado. Pues bien, estamos viviendo los primeros pasos de algo colosalmente grande. Estamos aprendiendo a vivir con objetos virtuales y monedas que no puedes ver ni tocar. La máquina del metaverso ha empezado a funcionar, y esto no hace más que mejorar.
La mañana
Tenemos un sol reluciente y todo el mundo quiere salir a disfrutar de él. Ya no hay oscuridad por ningún lado, ha empezado el día que todos estábamos esperando. La gente se levanta de la cama de un salto. La revolución de internet ha comenzado.
Este puede ser el futuro de los mundos virtuales, pero seguimos teniendo una incógnita: ¿Y si nadie quiere usar el metaverso? Después de un largo análisis, te vamos a dar las razones por las cuales hemos deducido que un metaverso vacío es prácticamente imposible:
- El tiempo juega favor del metaverso. El mundo virtual no es algo estático, sino que está vivo. Si no es lo suficientemente bueno en un punto dado, sacarán una actualización que lo haga mejor. Así de manera ilimitada.
- El presupuesto es escalofriante. Una empresa tan grande como Meta tiene tantos recursos que va a meternos el metaverso casi de manera forzada. Si no lo compramos, nos pagará para que lo probemos. Y una vez que lo hayamos probado, lo más seguro es que no queramos salir.
- Las mejores mentes están detrás de todo. Los gigantes tecnológicos cuentan con lo mejor de lo mejor. No estamos tratando con novatos, sino con las mentes más brillantes que habitan el planeta.
El metaverso es un ser imparable. Se actualiza y renueva cada poco tiempo, y es cuidado y tratado por presupuestos que pueden mantenerlo vivo para toda la eternidad. Así que la pregunta no es si la gente usará el metaverso, sino cuándo lo harán.